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El CEMOFPSC en Italia organiza en Roma un Desayuno de Trabajo dedicado al tema de "Europa y el Mediterráneo"
25/05/2012
La reunión fue moderada por Benedicto Ippolito, profesor de historia de la filosofía en la Universidad de Roma Tre, y contó con la intervención de la Sra. Stefania Craxi, que había sido Subsecretaria de Relaciones Exteriores, encargada de los asuntos de Oriente Medio.
"Las reacciones a los recientes acontecimientos internacionales son una clara evidencia de un mundo que se está volviendo cada vez más multipolar", comenzó su intervención la parlamentaria refiriéndose a nuevos espacios que se están abriendo después del declive americana en Afganistán e Iraq, "¿Es Europa es capaz de ocupar estos espacios?, y sobre todo ¿Qué idea tiene Europa de sí misma?".
Comentó que, "la primavera árabe ha cogido a todos por sorpresa, volcando un status quo, y ahora estamos esperando la democracia, la libertad, los planes de desarrollo favorables a la inversión extranjera, pero los europeos no se han puesto aún de acuerdo sobre la forma de facilitar todo esto, teniendo por supuesto, en cuenta la aspiraciones locales”.
Según la Sra. Craxi, por lo tanto, Europa todavía no es capaz de responder a los acontecimientos internacionales como un solo actor "el hard power está todavía en manos de ciertos países y hay diversas filosofías que subyacen en su definición de poder, como en Alemania, que por lo general se muestra pacifista, o en Francia que persigue intereses exclusivamente nacionales, o la ortodoxia italiana que apoya la reacción pero sólo si está legitimada por la ONU".
El modelo europeo parece seguir siendo atractivo para el norte de África, especialmente para los jóvenes, pero esto no puede durar mucho tiempo "la competencia es cada vez más fuerte y los asiáticos son esenciales no sólo económicamente, sino también culturalmente” y es por esta razón que "Europa tiene que empezar a actuar como un actor a nivel mundial”. Tras la caída del Muro de Berlín, la "frontera" ha pasado del Este al Sur. El Mediterráneo tiene un potencial enorme y por tanto las relaciones sencillas de proximidad ya no son suficientes.
La parlamentaria italiana recordó el interés mutuo de las partes involucradas: "Europa necesita el Mediterráneo y no sólo por razones económicas, mientras la orilla sur tiene que salir de su aislamiento tradicional".
La reunión continuó con un debate interesante, en presencia de periodistas y diplomáticos, tales como Abouyoub Hassan, el embajador de Marruecos en Italia, que hizo hincapié en que el colapso de la Comunidad Económica Europea representa una nueva realidad "Con la crisis económica severa, la Europa actual está volcada en la supervivencia, lo que significa que la arrogancia de antaño se ha terminado. Hoy en día todos compartimos el mismo barco”.
Sobre los acontecimientos que estaban teniendo lugar en la orilla sur del Mediterráneo, todos los participantes estaban de acuerdo en las conclusiones de confiar en su éxito "la Primavera Árabe no ha producido liderazgos y la post-primavera se ha convertido en un puño por el control entre las fuerzas armadas y/o los partidos islamistas organizados”. Sin embargo, -concluyó Craxi, no debemos tener miedo, "hay que tener confianza en un proceso endógeno que necesita su tiempo, y por otra parte, después de sesenta años, incluso en Italia, seguimos teniendo problemas con la democracia".
Comentó que, "la primavera árabe ha cogido a todos por sorpresa, volcando un status quo, y ahora estamos esperando la democracia, la libertad, los planes de desarrollo favorables a la inversión extranjera, pero los europeos no se han puesto aún de acuerdo sobre la forma de facilitar todo esto, teniendo por supuesto, en cuenta la aspiraciones locales”.
Según la Sra. Craxi, por lo tanto, Europa todavía no es capaz de responder a los acontecimientos internacionales como un solo actor "el hard power está todavía en manos de ciertos países y hay diversas filosofías que subyacen en su definición de poder, como en Alemania, que por lo general se muestra pacifista, o en Francia que persigue intereses exclusivamente nacionales, o la ortodoxia italiana que apoya la reacción pero sólo si está legitimada por la ONU".
El modelo europeo parece seguir siendo atractivo para el norte de África, especialmente para los jóvenes, pero esto no puede durar mucho tiempo "la competencia es cada vez más fuerte y los asiáticos son esenciales no sólo económicamente, sino también culturalmente” y es por esta razón que "Europa tiene que empezar a actuar como un actor a nivel mundial”. Tras la caída del Muro de Berlín, la "frontera" ha pasado del Este al Sur. El Mediterráneo tiene un potencial enorme y por tanto las relaciones sencillas de proximidad ya no son suficientes.
La parlamentaria italiana recordó el interés mutuo de las partes involucradas: "Europa necesita el Mediterráneo y no sólo por razones económicas, mientras la orilla sur tiene que salir de su aislamiento tradicional".
La reunión continuó con un debate interesante, en presencia de periodistas y diplomáticos, tales como Abouyoub Hassan, el embajador de Marruecos en Italia, que hizo hincapié en que el colapso de la Comunidad Económica Europea representa una nueva realidad "Con la crisis económica severa, la Europa actual está volcada en la supervivencia, lo que significa que la arrogancia de antaño se ha terminado. Hoy en día todos compartimos el mismo barco”.
Sobre los acontecimientos que estaban teniendo lugar en la orilla sur del Mediterráneo, todos los participantes estaban de acuerdo en las conclusiones de confiar en su éxito "la Primavera Árabe no ha producido liderazgos y la post-primavera se ha convertido en un puño por el control entre las fuerzas armadas y/o los partidos islamistas organizados”. Sin embargo, -concluyó Craxi, no debemos tener miedo, "hay que tener confianza en un proceso endógeno que necesita su tiempo, y por otra parte, después de sesenta años, incluso en Italia, seguimos teniendo problemas con la democracia".