Representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Comisiones Obreras (CCOO) y AIDA (Ayuda, Intercambio y Desarrollo), así como varios expertos procedentes de diversas organizaciones de países de Oriente Medio, se han congregado en el Seminario Internacional ‘Trabajo decente y crecimiento económico en Oriente Medio: desafíos y oportunidades’. Este encuentro, organizado por la Fundación Promoción Social, a través de su Centro de Estudios de Oriente Medio (CEMO) y de su Observatorio Mujer e Igualdad (OMEI), se ha celebrado el 6 de marzo en Casa Árabe.
El director de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Fernando Fernández-Aguayo, junto con la directora general de Casa Árabe, Irene Lozano, y la presidenta de la Fundación Promoción Social, Jumana Trad, han dado la bienvenida a todos los participantes y asistentes. Trad ha puesto en valor la presencia de los ponentes procedentes de Oriente Medio en este seminario, ya que “a pesar de la situación trágica y muy difícil que atraviesan sus países, han querido venir a España y compartir con nosotros sus experiencias y conocimientos en el ámbito del acceso al trabajo decente y sostenible”. Asimismo, ha manifestado su confianza en que este encuentro “no solo represente un espacio para el intercambio de conocimientos y experiencias, sino que también y, sobre todo, sea una gran oportunidad para crear un espacio donde podamos trazar estrategias concretas y acciones positivas para abordar los desafíos que enfrentamos en este ámbito”.
A continuación, Carmen Magariños, directora de Cooperación con África y Asia de la AECID, ha destacado que Oriente Medio es una prioridad para la cooperación española, así como que el trabajo decente y el desarrollo económico son la base de todas las acciones de la Agencia en la región. Además, ha anunciado que la AECID está trabajando en un nuevo Programa Regional para el Mundo Árabe que considerará la creación de empleo y oportunidades como una de sus tres áreas de intervención básicas, junto con la transición ecológica, medioambiente y agua, y la igualdad de género. Asimismo, Magariños ha insistido en la importancia de abordar el crecimiento inclusivo y el trabajo decente desde una perspectiva integral, no solo económica, ya que son vectores clave y transversales para la lucha contra las desigualdades existentes en la región.
El caso de Palestina y Jordania
En la primera sesión del seminario, se ha abordado los casos de Palestina y Jordania en relación con el ODS 8. En esta parte, moderada por la jefa del Departamento de Cooperación con el Mundo Árabe y Asia de la AECID, Luisa María García, han intervenido Yousef Shalian, director del Centro de Formación Profesional en Beit Hanina The Lutheran World Federation (LWF) en Jerusalén, Sameer Al Attar, director de Aprendizaje y Oportunidades del Jordan Hashemite Fund for Human Development (JOHUD) en Jordania, y Sara López, consejera técnica de la OIT en España.
En primer lugar, Shalian ha presentado el Programa de Formación Profesional (VTP, por sus siglas en inglés), uno de los proyectos más antiguos que desarrolla la LWF de Jerusalén desde 1949 “para ofrecer oportunidades de capacitación profesional y acceso a un empleo remunerados a jóvenes palestinos y, así, contribuir también al desarrollo económico, social y humano de Palestina”. Con respecto a la crítica situación actual, condicionada por el conflicto en Cisjordania, Shalian ha explicado que la LWF de Jerusalén está brindando apoyo psicosocial a los estudiantes, a sus familiares y a los formadores que se están viendo afectados.
Con respecto al caso de Jordania, Al Attar ha introducido la labor del JOHUD subrayando su compromiso con el desarrollo humano y los medios de vida sostenibles. Asimismo, ha explicado algunos de los principales desafíos que afronta su país, tales como la presión de los flujos migratorios de refugiados procedentes de países de la zona en conflicto, el aumento de desempleo (sobre todo el de mujeres y jóvenes), la brecha de género en términos de independencia económica, el endurecimiento de la política monetaria o la caída de los precios de las materias primas. En este sentido, Al Attar también ha indicado cuál es la senda que debe seguir Jordania para avanzar en el cumplimiento del ODS 8, prestando especial atención a la inversión en educación y formación, al impulso del emprendimiento y la innovación, al empoderando a las mujeres como parte esencial de la fuerza laboral, a la mejora de las medidas de protección social, a la promoción de prácticas económicas sostenibles y las alianzas público-privadas, y a la creación de oportunidades laborales en sectores de alto potencial de crecimiento (tecnología, energías renovables, turismo, medicina…).
Por su parte, López, ha definido cuál es la visión y el trabajo de la OIT en relación con el desarrollo del ODS 8 en los Estados árabes, en los que las mujeres constituyen uno de los grupos poblacionales más desfavorecidos en materia de empleo decente y desarrollo económico, presentando una importante brecha de ingresos ya que, según la OIT, ellas representan solo un 12,5% de los ingresos totales. En concreto, López también ha analizado los casos concretos de Jordania y Palestina. De esta forma, se ha referido a la primera como un “faro de estabilidad en una región volátil”, destacando su capacidad de creación de empleo decente y desarrollo empresarial, su sistema de protección social, su trabajo en favor de la igualdad de género y la no discriminación, el diálogo social existente, o la aplicación de las normas internacionales del trabajo en el país. Con respecto a Palestina, López ha mencionado un reciente informe sobre “la labor de la OIT en relación con la crisis en el territorio palestino ocupado”, que, entre otras cuestiones, recoge un programa de respuestas a emergencias, analiza las medidas adoptadas por la OIT ante la situación e incluye un llamamiento para la financiación de necesidades críticas de los trabajadores y empleadores palestinos.
El caso de Líbano y Egipto
En la segunda sesión, moderada por Javier Gila, director de AIDA (Ayuda Intercambio y Desarrollo), han intervenido Hiba Fawaz, directora del Programa de Agricultura de la Association for the Development of Rural Capacities (ADR) de Líbano, Emad Gerges, coordinador del Convenio AECID en la Association of Upper Egypt for Education and Development (AUEED) en Egipto, y Alejandra Ortega, responsable de Países Árabes, África, Asia y OIT en la Secretaría Internacional, Cooperación y Migraciones de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras de España.
Fawaz ha intervenido en primer lugar para presentar el caso de Líbano, un país marcado por una profunda crisis social y económica desde 2019, viéndose especialmente agravada la situación del sur del país por el conflicto en Cisjordania. Actualmente en Líbano, el 75% de la población se encuentra por debajo del umbral de la pobreza, una situación que golpea con mayor crudeza a los jóvenes y al medio rural, que padece las consecuencias de la falta de políticas estructurales y públicas de desarrollo. En este contexto, Fawaz ha detallado cuál es la labor de la ADR para empoderar a las comunidades más vulnerables de Líbano (mujeres, jóvenes, agricultores, pescadores y refugiados) y ayudarlas a lograr sus propios medios de vida a través de la ejecución de proyectos de desarrollo económico y social.
A continuación, Gerges ha recordado que trabajar por el ODS 8 implica apoyar la dignidad de los seres humanos, mantener la estabilidad de las sociedades, preservar la supervivencia de las personas en sus comunidades y países de origen, garantizar el acceso a una educación equitativa y a una buena atención sanitaria, y ayudar a difundir la paz. Por tanto, ha destacado la transversalidad y la importancia de este ODS como “piedra angular” para lograr un cambio social que permita mantener el crecimiento económico y un mayor nivel de vida de los individuos y la sociedad en su conjunto. En el marco de este objetivo, Gerges se ha referido a la estrategia ‘Egypt Vision 2023’ y al trabajo de la propia AUEED, con los que, fundamentalmente, se está intentando reducir el impacto de la pobreza en la población vulnerable (sobre todo en mujeres y jóvenes) bridándoles oportunidades laborales y formación.
En último lugar, Ortega ha analizado las metas del ODS 8 en Oriente medio en relación con otros derechos económicos, sociales y culturales, prestando especial atención al estado de los derechos laborales y sindicales en esta región. Entre ellos, ha destacado el derecho a un salario justo y equitativo, a condiciones de trabajo seguras y saludables, a la igualdad de oportunidades y a la no discriminación en el trabajo, el derecho a la protección social, la aplicación efectiva de las normas internacionales del trabajo, la libertad de asociación y sindical. Así, Ortega ha declarado que “no podemos hablar de trabajo decente sin hablar de libertades fundamentales. Esto aplica y afecta, lógicamente, a todas las regiones del mundo sin excepción y no es una cuestión exclusiva de Oriente Medio”.
El seminario ha finalizado con un debate final, moderado por María Beamonte y Macarena Cotelo, directora general y directora de proyectos de la Fundación Promoción Social, respectivamente. En este espacio, los asistentes han podido dirigir sus preguntas a los diversos ponentes y poner en común las ideas y conclusiones principales que han surgido a lo largo del encuentro.